jueves, 30 de septiembre de 2010

Homenajeando tus besos

Y esto es lo que es, la insignificancia de un beso.
El pequeño acto físico y el gran impacto interno en uno mismo.
Lo efímero, aparece y desaparece en cuestión, muchas veces, de un solo
segundo; sin embargo, puedes estar recordándolo días, incluso semanas, en algunos casos
toda tu vida.
La insignificancia de un beso robado, de esos que te dejan cara de tonto y te preguntas cómo ha podido ocurrir aquello que no estaba planeado.
Porque eso, señores, eso es lo más bonito de un beso. Su 'no' plan.
Su surgimiento espontáneo entre sentimientos aflorando.
Su disfrute por sorpresa, con los ojos abiertos, esos que se van cerrando con el ritmo
entrecortado de dos bocas que se rozan.

3 comentarios:

Claudia P. dijo...

Que te pidan un beso no es lo mismo q te lo den, esa magia es única

Call me Juliet dijo...

Los besos... son la puerta al paraíso.

azulverdoso dijo...

por eso es "otro" hogar, y no "el" hogar.
aqui no estais ninguno de vosotros, no es ni minimamente comparable a Valencia.