viernes, 29 de enero de 2010

Maldito reloj...


Parece que vayan hacia atrás...


Las manecillas del reloj ya no siguen su movimiento original.
Están jugando a putearme.
Saben que es importante para mí que el tiempo pase
deprisa, y sin embargo, ahí las tienes:
haciendo
tac-tic en lugar de tic-tac.

Quizás será por eso por lo que no soporto
que, cuando te veo, mires la hora.

sábado, 23 de enero de 2010

Uhmmm...


Noté tu mano izquierda buscando mi cintura...

Y entonces me atrajiste hacia a ti
y me abrazaste.
Me diste la sensación que buscaba,
ese "algo" para confiar.


¿Ves la sonrisa en mi cara?
Pues la pusiste ahí...

viernes, 22 de enero de 2010

Yo sola no puedo


A veces tengo la sensación de que solo soy yo.
Y a veces, ciertos asuntos, son cosa de DOS
Dime, ¿tengo razón o no?


Y ante la noche asombrada,
mirando tu corto y flojo abrazo
me fui algo pensativa...



Dime, ¿tengo razón o no?

lunes, 18 de enero de 2010

Superman..



Quiero ser salvada por una vez y ser esa persona
que recibe un suave beso en los labios.


Estoy cansada de ser Superman...
ahora yo quiero ser Lois Lane.

jueves, 14 de enero de 2010

Standby...


A veces no tienes nada que contarle al mundo
porque el mundo no ha contado contigo.









y yo sigo pensando en ti...

viernes, 8 de enero de 2010

Your smile, again!



Una gran sonrisa...


Y es que todavía estoy sonriendo.
Una de esas sonrisas de tonta, de empanada. Inmersa complemente en mis pensamientos, o lo que es lo mismo, en ti. Dándole vueltas a la imagen de tus ojos azules, buscándoles todos los matices que se me hayan podido escapar...
Recordando el tacto de tu barba de diez días y el brillo propio que desprende tu sonrisa.

Jo, te echaba de menos...

martes, 5 de enero de 2010

Regalos...


Anabel se levantó temprano el día de Reyes, como buena niña, había dormido inquieta, pensando en todas esas cosas que la esperaban a la mañana siguiente.
Recorrió el pasillo y encontró los sofás llenos de regalos. Cogió todos aquellos que llevaban su nombre y los abrió, descubriendo unas cosas que le gustaban, otras que no tanto, y un par que no le decían nada.
A pesar de ser una niña ese día, Anabel tenía 17 años, y pensó por un momento en que los regalos son muy parecidos a las personas: unos, te enamoran; otros, te gustan y los conservas; y otros no te gustan nada, solo que en lugar de cambiarlos, no los incluyes en tu vida.




Creo que serías como ese regalo que te gusta mucho, que conservas y quien sabe si en futuro pueda llegar a enamorarme...

domingo, 3 de enero de 2010

If you want...


Te echo de menos un poquito...

Y digo un poquito porque
no me permito echarte de menos más.

Estos son días en que la desmotivación
gana terreno a la ilusión...
Esos en los que quiero hablarte,
contarte mis días y decirte mil cosas.
Y , no sé si ignorante de mis actos
o falto de tiempo, te me sales por la tangente,
sin escuchar mis elogios y con prisas desesperadas
por irte a estudiar a las 11 de la noche...
¡Qué a las 11 de la noche solo se estudia anatomía!

En fin.
Paciencia, señorita.
Por algo dirán
"...que con el tiempo todo llega..."
o "...que lo bueno se hace esperar..."