Mi preferida...

Le doy veinte vueltas y luego otras veinte, pero al final el resultado siempre es el mismo: tú estás en un lado y yo en el otro. Separados. Divididos. Comunicándonos por señales extrañas con las que no se entiende nada. Y soy totalmente masoca recordando los días en que tu cuerpo era mi parque de atracciones y la montaña rusa era tu boca. Mi preferida.

Quizás fuese la pila...?

La primera lágrima descendía silenciosa por la curva de su rostro preparándose para morir en sus labios. Labios que deseaban aquellos que tenía enfrente, o cualquier parte de su cuerpo que se prestase al amor.
Amor que a partir de ese instante la empezaría a comer poquito a poco por dentro; sentimientos internos que jamás imaginó sentir, pero que ahora la hacían pensar que estaba rota, que jamás volvería a funcionar, como un reloj roto...

Solo le quedaba pensar que quizás, quizás fuese la pila...

Fix me...

Solo tienes que encajar los trozos y encontrar con qué pegarlos...

Presente simple...

Respira. Coge aliento. Piensa en el paso presente, no en la piedra con la que puede que tropieces tres pasos más allá...

Conclusión

Si todo sale bien, el resultado será muy bueno. Pero incluso el peor final imaginable resultaría un final bueno.

Todo lo que te incluya en mi vida hace que sonría.