Y voy rellenando mis suspiros vacíos con caricias que se quedaron a mitad del camino, sin dar...
Enlazando las miradas que no se atrevieron a mirar, guardándome los besos para si algún día a alguien se le pueden dar, para que no se pierdan en ese cruel laberintos de losbesosnuncadados...
Las piernas van moviéndose acompasadas pero con falta de ese ritmo que algo les daba, de esas ganas y esa ilusión inyectada de modo artificial por los vestigios del tacto de una barba entrelazándose entre las puntas de unos dedos, dedos que no sé si míos, o de quién por sentirlos ya lejanos.
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