La primera lágrima descendía silenciosa por la curva de su rostro preparándose para morir en sus labios. Labios que deseaban aquellos que tenía enfrente, o cualquier parte de su cuerpo que se prestase al amor.
Amor que a partir de ese instante la empezaría a comer poquito a poco por dentro; sentimientos internos que jamás imaginó sentir, pero que ahora la hacían pensar que estaba rota, que jamás volvería a funcionar, como un reloj roto...
Solo le quedaba pensar que quizás, quizás fuese la pila...
5 comentarios:
Pues claro que es la pila! Hay que hacer un cambio seguro. Un beso
quizas.. buscando donde no hay nada..
seguro tiene arreglo!
Es un Lupus sentimental =(. Carcomiendola, cual oxido.
pero no era de cuerda? ^^
de cualquier modo, tendrá remedio =)
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