Querido Doraemon que duerme conmigo en la cama:
La otra noche volví a soñar con él.
Soñar siempre fue gratis, o eso dicen, y yo aprovecho.
Recuerdo vagamente que en ese sueño
sus labios estaban muy cerca en forma de sonrisa.
Que las rodillas se tocaban y sus ojos
titubeaban inseguros y azules tras unos cristales mal graduados.
¡Espera!
¡Ay Doraemon! Que eso pasó de verdad...
La diferencia entre la realidad y mi sueño, es el final.
Mi sueño habría terminado en beso mientras que la realidad
acabó con dos besos...
La otra noche volví a soñar con él.
Soñar siempre fue gratis, o eso dicen, y yo aprovecho.
Recuerdo vagamente que en ese sueño
sus labios estaban muy cerca en forma de sonrisa.
Que las rodillas se tocaban y sus ojos
titubeaban inseguros y azules tras unos cristales mal graduados.
¡Espera!
¡Ay Doraemon! Que eso pasó de verdad...
La diferencia entre la realidad y mi sueño, es el final.
Mi sueño habría terminado en beso mientras que la realidad
acabó con dos besos...
7 comentarios:
Ouch
siempre es mejor si es real..
:)
besos!
Shalom
Bonito sueño y muy buen final,
desgraciadamente en mi sueño
le hubiera dado 3 besos pero
mi realidad es tan fugaz como un beso soñado.
No siempre dos es mejor que uno...
curioso final, maldita realidad !!!!
que lindo que es sñoar, y no cuesta nada mas que tiempo (K.J.)
saludos en la lejania.
La mejor felicidad es la que has soñado, porque los sueños es eso maravilloso que va por nuestras cabezas.
Publicar un comentario