Me siento como un rehén al que le están apuntando con un arma en la cabeza, solo que a mí no me apuntan a la cabeza, sino al corazón y son mis propios sentimientos los que están condicionándome.
Últimamente hay una frase que me ha estado rondando la cabeza "Yo nací para ser libre"...Quizás os suene porque es de una canción de Amaral.
La verdad es que pienso que todos nacimos para ser libres y que si nos sentimos atados es porque queremos, esclavos de nosotros mismos...
Pensad un segundo, nosotros ponemos nuestras propias condiciones, elegimos a nuestros amigos y a nuestra pareja (la familia no se puede elegir) y a raíz de ellos te vas autocondicionando, te vas poniendo normas, según como son ellos, según como eres tú, de qué está bien y qué está mal...
De un tiempo a esta parte yo creí estar tal y como dice esa frase,...Libre.
Me equivocaba.
Es así, es un hecho, es lo que toca, equivocarse va de nuestra mano derecha y el perdón de la izquierda. Aunque a veces creo que es mejor vivir un tiempo equivocado, atado de tus condiciones, esas que tu mismo te impusiste.
Veamos que es de mí, mientras me he condicionado y vivo en una vida sintiéndome presa de unos sentimientos que no puedo mostrar...
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