Subidón...

Subidón de endorfinas, o de algún otro tipo de hormona que aumenta e impulsa la felicidad. Subidón de sonrisas y de corazones acelerados, de miradas perdidas recordando tus besos.
Subidón de sentimientos aumentando arítmicamente y para nada en compás con el latir de mi corazón, que va rápido, pero, de otro modo.
Y es ver una foto tuya y expandirse la tontería por todos los rinconcitos de mi cuerpo.
Lo siento.
Ya no te dejaré escapar.

¿Cómo pasaste de ser ese alguien a ser nadie?

¿Cómo pasaste de ser ese alguien a ser nadie?
Eso no lo sé. Lo que sí sé es que tu mismo lo buscaste, o al menos no parece que buscaras lo contrario. Tus palabras perdieron todo el sentido que conseguiste en unos cuantos meses, y creéme, que no me fue fácil dejarlo perder, pero lo hice. Lo hice porque no veo ese interés, esa importancia, no veo nada cuando miro esos ojos marrones sencillos y decididos, no veo esa determinación ni esa implicación en mi vida. Ya no la veo más.
Y solo me queda dudar de si todas esas palabras eran de verdad, eran para mí, o simplemente poesía para mis, seamos sinceros, fáciles y manejables sentimientos cuando están en modo ON.


Recuerdos de unos meses que fueron bonitos hasta que partieron todos mis esquemas en, no solo dos, al menos 4 o 5 trozos...

Y hoy sonrío porque soy feliz.

Te quiero querer, pero ahora

hay cosas que todavía no me dejan...