El mundo desde tu cama...

Desde el mundo desde tu cama se puede sentir el resto del mundo. Solo tengo que aferrarme a tu piel y dejarme ir, para que después tú mismo vuelvas a traerme en mí. Desde este mundo aparte, se pueden vivir suspiros intensos a la vez que ves las estrellas. Se puede sonreír en el transcurso de un beso y vivir las caricias entre la frontera de la vigilia y el sueño... Se puede jugar a estudiar terrenos con las manos y aprenderlos en forma de mapa. Desde el mundo aparte que es tu cama puedes abandonarte a la suerte del deseo, tantear, buscar en la cada vez más inminente oscuridad del día, rastrear con los labios partes tangibles y hacerlas tuyas, solo tuyas...aunque solo sea por un rato.

¡...y el beso!

Respira. Mira de reojo. Le tienes al lado. Vuelve a respirar. Acuérdate de la paciencia. ¿por qué era? ¡Ah, sí! Por ese beso que espera en el borde de su boca a que lo secuestres, a que me lo lleve conmigo, a que pasee mis labios despacio y lo saboree, a que lo haga mío, a que transforme el deseo en un hecho. Respira otra vez. Y otra. Y todas las que sean necesarias con tal de aguantar cinco minutos más,
y luego otros cinco más
y puede que otros cinco...
Y cinco más...
¡...y el beso!

Nota mental #2

Sin prisa pero sin pausa, es demasiado fácil engancharme poquito a poco a ti...

¿alguna vez has visto amanecer a las 7 de la tarde?

¿Alguna vez has visto amanecer a las 7 de la tarde? Si ya causas ese efecto en la meteorología y la astrología imagínate el efecto que causas en mí...

Rastros...

Encontré una de sus sonrisas pegada a la manga de mi sudadera, acompañándome en los ratos solitarios. Quería que sintiera su abrigo cerca de mí. Después, buscando un libro, di con una de sus miradas, cogida con maña a mi carpesano. Al rato, de pura casualidad, buscando el bonometro, topé con una caricia de esas que se dan sinquererqueriendo, pero que te hacen erizar la piel. Y la guardé junto al resto de sus rastros... Hoy he encontrado un beso en la mejilla, justo allí, en su sitio, en mi mejilla derecha, palpitando despacio, silencioso, tierno... ¿qué me dejarás mañana?

Sonrisas reales y tiempos verbales...

Llegará un día en que hablarás con alguien y sonreirás sinceramente. Disfrutarás esa conversación, por incoherente que sea. En un momento dado te callarás sonriendo, y te observarás a ti mismo y lo verás... : "joder, estoy sonriendo", pensarás para tus adentros. Y cuando te hagan la vacía y típica pregunta de "¿cómo estás?" por primera vez en un tiempo contestarás tu antes falso, pero ahora real, "bien". Hablarás de llorar en pasado y de noches dando vueltas en la cama en pretérito imperfecto. Empezarás a desear cosas en subjuntivo, a planear en condicional y a afirmar en futuro simple... ...pero sobre todo, vivirás en presente.

Querido Febrero...

Querido Febrero: No empiezas ni bien ni mal, simplemente empiezas. Tú bien sabes que siempre has sido mi mes preferido, no sé si porque suelo sumar uno a mi "vejez" o porque siempre te vi especial al añadir el 29 cada cuatro años a tu lista. Me pareces especial; lo especial me gusta. De siempre. No voy a pedirte nada este año, querido Febrero, tan sólo que conserves lo que tengo y no me hagas sentir peor. Sé bueno, Febrero. Pórtate como mi mes preferido del año. A cambio prometo pegarle con celo las hojas a los árboles, para que, solamente para ti, éstos estén vestidos y esperando tu sonrisa...
...como yo.
Un beso enorme entre la F y la R.
a.