Nota mental #1

Busca el lugar más oculto de ti misma y empaqueta sus recuerdos, sus sonrisas y sus besos, guárdalos allí, atados con un candado y dale a él la llave, cuando quiera algo de ti dile que te la devuelva para que todo vuelva a salir, pero mientras... mientras tanto, que te deje vivir.

Cómo saber...

¿cómo saber cuando las cosas han empezado a cambiar? ¿hay alguna señal o simplemente un día te levantas y te sientes diferente?

Gama de grises, el beso...

¿Alguna vez has pensado en la importancia, en el valor, en lo que supone un beso? Más que un beso, un primer beso. Ese beso que se convierte en un punto de inflexión entre lo que antes era tu vida y lo que puede que sea a patir de entonces. Ese punto en el que, no sabes qué va a pasar pero te dan igual todas las consecuencias porque estás feliz. Sonríes aunque vayas sola en el metro rodeada de gente; aunque suspendas un examen... Y esas consecuencias, suelen ser generalmente buenas a corto plazo: una nueva persona hace su entrada en tu vida. Te llena de sonrisas, de rubor en las mejillas,... Pero el largo plazo,... bueno, el largo plazo depende de más cosas, de ti, de mí, de ese nosotros, de los sentimientos. Existen dos opciones: o sigues siendo feliz o algo se acaba y sufres. Pero deberíamos de dejar de empeñarnos que ciertas cosas en la vida sean solo o blancas o negras, ¿acaso las fotografías en blanco y negro no tienen toda una gama de grises en medio?

Casualidad

Todos estamos unidos por el principio de la CASUALIDAD*.

*hasta que se me demuestre lo contrario.

Te echo de menos

Me encontré entre tus brazos. Fuertes y cálidos. Rodeando mi cuerpo frágil, tembloroso, con miedo...
Te susurré que te echaba de menos y tu dijiste que ya no había por qué, que no pensabas irte a ninguna parte, que estarías allí conmigo y que aunque tuviéramos que irnos, volvería a estar pronto entre tus perfectos brazos...
...y entonces desperté, sentí el frío en el lugar en el que estaban tus brazos y un vacío en mi interior, donde estabas tú antes, junto al corazón...

Certezas, destino...

No sabría decir si por la entrega del primer amor o por la total e irracional certeza que siento, pero no creo que las cosas se acaben aquí. Está claro que seguirás estando en mi vida de un modo importante, pero yo me refiero a más, a mucho más que eso...
Me refiero al quizás paso, más o menos racional del tiempo y que, tras un 'rato' que jamás me atrevería a determinar, volverás. Creo que el destino lo ha hecho mucho mejor en nuestro caso. La cosa no puede quedar así,... No podemos no disfrutar más de los besos y de nuestros cuerpos; no puede ser que esta historia, la de nuestros sentimientos, se acabe aquí.
Eso sí que es totalmente irracional.
Porque pensé que te besaría el 1 de enero y me quedé con un puñado de lágrimas ahogándose entre mis ojos y mi garganta... Algún 1 de enero tienes que besarme así, sería incoherente que no lo hicieras.
No, no es una espera, no es ilusión, para mí esto es el destino, ese del que tu hablas tantísimas veces; ese que yo no he logrado comprender íntegramente, pero en el que sé que nuestros caminos vuelven a cruzarse con intensidad y pasión; esa página escrita en algún sitio, con las páginas de antes a medio escribir para narrarlas como mejor nos plazca.

No sé si me he vuelto loca o ya me venía de serie con el pack genético, pero el caso es que...
estas son mis certezas.
Quizás sean mentira y todo se quede en mi convicción sobre el destino, o quizás sean...
¿verdad?